lunes, 8 de junio de 2009

Tratamiento


Lo fundamental es asegurarse que el paciente tiene epilepsia antes de comenzar cualquier tratamiento antiepiléptico. Una vez hecho el diagnóstico lo mejor es comenzar el tratamiento lo antes posible.

Los ataques se pueden controlar con medicación en un 70% de los casos. Entre un 20-30% no responden al tratamiento farmacológico simple (con un solo medicamento) y hay que aplicar varios fármacos. Aún así algunas epilepsias son incontrolables con la medicación y puede ser necesario recurrir a la cirugía, aunque ésta no está recomendada en todos los casos.

  • ¿CÓMO ACTÚA LA MEDICACIÓN?

Los fármacos utilizados en el tratamiento de la epilepsia tienen por objeto atenuar las descargas eléctricas anormales que se producen en las neuronas. Los mecanismos para conseguir esto interfieren el paso de los iones a través de las membranas de las neuronas inhibien la excitación de las mismas. Hay algunos medicamentos antiepilépticos cuyo mecanismo de acción para prevenir los ataques es todavía desconocido.

  • EL PAPEL DE LA CIRUGÍA EN LA EPILEPSIA

La cirugía de la epilepsia es un procedimiento complejo que sólo debe realizarse en centros con experiencia y recursos adecuados.

El requisito principal para un tratamiento quirúrgico es que la epilepsia sea focal, es decir, que las descargas eléctricas anormales comiencen en un lugar localizado del cerebro. Además, el paciente debe presentar una alteración inequívoca visualizable en la resonancia magnética y ésta debe ser la responsable de las descargas anormales.

El procedimiento quirúrgico consiste en la extirpación total o parcial de la lesión focal o tejido anormal del cerebro responsable de las crisis. Lógicamente para ser candidato a la cirugía, la epilepsia tiene que ser incontrolable con medicamentos y, además, que el foco de tejido cerebral a extirpar sea accesible y no esencial para la realización de una función importante, como el habla o la memoria.




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